30 de marzo de 2012

El contacto con microbios aumenta la inmunidad

Según la hipótesis de la higiene, propuesta hace más de 20 años, la exposición a los microorganismos a una edad temprana se asocia a una mayor protección frente a las enfermedades inmunitarias. En ausencia de esas interacciones tempranas, nuestras células inmunitarias tienden ocasionarnos problemas al avanzar la edad, con lo que aumenta nuestra propensión a las enfermedades inflamatorias y autoinmunitarias, como las alergias, el asma, la enfermedad inflamatoria intestinal y la esclerosis múltiple.
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La hipótesis de la higiene permite explicar por qué niños que crecen en granjas, expuestos a una mayor cantidad y diversidad de gérmenes padecen con menor frecuencia de asma y alergias, en comparación con los niños de ciudad.

Ahora un experimento ha reforzado esa hipótesis, tras poner a prueba  el sistema inmunitario de dos grupos de ratones recién nacidos. Mientras que un grupo se hizo crecer en condiciones normales, en un entorno con microbios, el otro se desarrolló en un medio sin microorganismos. Los resultados demostraron que el segundo grupo de animales se mostraban más propensos a sufrir colitis (inflamación del colon) y asma alérgico que el primer grupo.

 
Pero, ¿de qué modo aportan protección los microorganismos?
El estudio comprobó que en los pulmones e intestinos de los ratones sin microbios había un mayor número de células asesinas naturales, células inmunitarias que provocan la inflamación al detectar la presencia de ciertos microbios o moléculas extrañas, los antígenos. Los investigadores habrían esperado un efecto contrario, esto es, que la presencia de microbios intestinales daría lugar a un aumento de las células inmunitarias. Esa observación sorprendente contradice el conocimiento que se tenía sobre la relación entre el desarrollo del sistema inmunitario y el contacto con microorganismos.

En la investigación se demostró que esa relación se basa en un mecanismo en el que interviene CXCL16, una moléculla señalizadora del sistema inmunitario. La ausencia de microbios intestinales desencadena una producción excesiva de CXCL16, la cual estimula la acumulación de células asesinas naturales. De ahí las reacciones de inflamación y la mayor propensión a las enfermedades autoinmunitarias.

Según los autores, las investigaciones de este tipo facilitan el desarrollo de nuevos tratamientos, ya que permiten fijarse un objetivo entre las numerosas células y moléculas señalizadoras que intervienen en el proceso de inflamación.

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