Las grandes colecciones —no solo las artísticas— guardan ejemplares
sorprendentes. Y si no, que se lo digan a Lynn Kimsey, de la Universidad
Davis de California (UC Davis). La entomóloga tiene un raro honor: ha descubierto una especie de avispa en Indonesia que ya figuraba desde los años treinta en la colección del Museo de Historia Natural de Berlín. El hallazgo recuerda a las sorprendentes reapariciones de obras maestras en los almacenes de los grandes museos.
Megalara garuda |
El hallazgo se publica en la revista ZooKeys,
y la investigadora estadounidense comparte el reconocimiento con
Michael Ohl, del museo berlinés. No se indica quién pasó más
penalidades. Si la que tuvo que recorrer la isla de Sulawesi capturando y
clasificando ejemplares, o el que tuvo que revolver los almacenes del
edificio alemán hasta encontrar el animal.
La Megalara garuda, que así se ha bautizado la avispa, debe
su nombre a su gran tamaño (mega en griego). Garuda es el nombre de un
animal mitológico indonesio, mitad águila y mitad humano. Su principal
característica son las enormes mandíbulas de los machos, que son mucho
mayores que las hembras. Como otros animales de similares
características, se supone que una de las utilidades de este desarrollo
es sujetar a la hembra durante el apareamiento.
Aunque no se la ha observado en libertad, pertenece al tipo de avispas cazadoras que inmovilizan a sus presas para poner en ellas sus huevos. Cuando nacen las larvas, se alimentan del animal que las hospeda.
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